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VILCHES (JAÉN): OPPIDUM DE GIRIBAILE, CASAS - CUEVA Y CASTILLO MEDIEVAL



GIRIBAILE NO ES SOLO UN PANTANO ...




Giribaile es más que un embalse, mucho más, es un gran tesoro aún por descubrir, un tesoro enterrado, invisible, un tesoro arqueológico, un tesoro histórico (de la historia rigurosa y de la leyenda histórica), un tesoro etnográfico, un tesoro monumental y, sobre todo, lo que más podemos disfrutar un REGALO DE LA NATURALEZA.




Tras siglos de sombras, fue D. Manuel de Gogora en su romántico, aventurero e investigador "Viaje literario por las provincias de Jaén y Granada" quién se hizo eco para nuestro conocimiento actual de la importancia del lugar. ORISIA, GIRI como él la llamó, una ciudad Ibera, un Oppidum establecido en la plataforma de una perfecta meseta, fue arrasada a fuego por los romanos en el año 90 a.C en venganza de una grave afrenta. Una historia de engaño y venganza con parecidos fantásticos a la de Troya y su caballo, parece que sucedió aquí. Plutarco lo describió con detalle en sus "Vidas Paralelas"; un exceso prepotente de las tropas romanas que acampaban junto a la ciudad íbera de Castulo hizo que los habitantes de esta ciudad pidieran ayuda a los Girisenos, sus vecinos más cercanos (finitimi), que por sorpresa dieron un buen escarmiento a los invasores obligándolos a huir. Aunque al no perseguirlos y regocijarse en la victoria con los amigos vengados, dieron la oportunidad letal a Sertorio para recomponerse y revolverse contra Castulo. No contento, tomó las prendas de vestir de los girisenos y disfrazados de locales se dirigieron a su ciudad donde, engañando por la apariencia, fueron recibidos con los brazos abiertos costándole la vida a muchos y la esclavitud al resto y acabando la cuidad incendiada.




Recientemente se ha cuestionado que esta historia de Plutarco sucediera en este lugar al datarse la destrucción de la ciudad ibera algunos años antes, durante las Guerras Púnicas por el gran Escipión correspondiendose entonces don la toma de ORONGIS.

GIRI, ORONGIS, ORISIA,… mientras los que tienen que hacerlo se ponen de acuerdo, quedémonos con que, de una u otra forma, la meseta de Giribaile, el lugar que recorreremos, tuvo un brillante hueco en la historia.




Parece que la meseta no volvió a ser ocupada por asentamientos humanos permanentes, sin embargo los farallones que la bordean fueron excavados y habitados desde la alta edad media, probablemente desde época visigoda por cristianos eremitas. Curiosos vestigios pueden aún apreciarse de esta época aunque desgraciadamente gran parte de las casas-cueva, habitadas hasta fechas recientes por temporeros o dedicadas a refugio de ganado, se han ido perdiendo en sucesivos derrumbes, el último en fecha reciente, no ha servido para terminar de llamar la atención sobre el lamentable estado de aquél bien patrimonial


Farallón sur donde se encuentra el eremitario y los cortijos construidos a partir de este



desprendimiento antiguo de rocas en el Grupo I de las casa-cueva


Finalmente, lo que más destaca en la lejanía, la seña de identidad de la meseta son las ruinas de una fortificación medieval, fortaleza que los agarenos reformaron de otra anterior, y que tuvo su importancia estratégica en la época de la guerra de fronteras entre el mundo musulmán y cristiano, hasta que Fernando III avanzó de manera definitiva sobre las tierras jienenses. 




De allí surge otra curiosa leyenda-historia que nos gusta tanto como la toma del oppidum por Sertorio. Gonzalo Argote de Molina en su Nobleza del Andalucía recoge la historia  de vanidad y pedantería de Gil Bayle de Cabrera, baezano y señor del lugar que se vanagloriaba de que 


“DE RÍO A RÍO TODO ES MIO¹
ESTA TIERRA ES DE GIL BAYLE 
QUE NO MORIRÁ 
NI DE SED NI DE HAMBRE” 
(1)se refiere a los ríos Guadalen y Guadalimar, ahora ambos embalses circundantes y confluentes de Giribaile 

La moraleja de la historia, tergiversada por la transmisión oral en varias versiones, parece que se desarrolla según Argote de Molina en el transcurso de una cacería en la que el señor Gil Bayle cayó a una sima donde lo encontraron pasado un tiempo sin vida, muriendo paradójicamente de sed y de hambre…



No puede decirse que no tiene alicientes la ruta que hoy contamos por tierras vilcheñas, si acaso otro más, magnánimo, el más agradecido para el espíritu del caminante, la conjunción que la naturaleza y la mano del hombre han resuelto obteniendo unas increíbles sensaciones al situarnos en esta amplia meseta con poco más de 18 has., no muy elevada, pero lo suficiente para mirar derredor y henchir el ánimo.


valle del Guadalen donde se distingue el embalse, la población y, al fondo, Vilches y los cerros de Jarabancil y Mortero


Por tanto viajemos al tiempo de los Iberos, reflexionemos en las casas – cueva sobre una forma de vivir bastante diferente a la que comprendemos en la actualidad y cabalguemos por tierra de castillos, todo ello en un palmo con un fabuloso horizonte de 360 °.


Con el fin de interpretar correctamente los elementos que veremos, nos ayudará la siguiente relación:





A. CONJUNTO DE HABITAT EREMITA






Casas cueva situadas en el farallón sur, por donde accedemos. Encontramos 3 grupos conforme llegamos por el carril, uno a la izquierda y dos a la derecha

Grupo I: A la izquierda del carril de acceso. No visitables, se encuentran derrumbadas y es peligroso recorrerlas. Allí se encontraba el Oratorio y un habitat. Aún se reconocen en el paredón los vestigios al descubierto de los habitáculos excavados en la piedra. Debajo tenemos la fuente que milagrosamente se ha salvado, el lavadero y el cortijo delantero han sucumbido al derrumbe.


derrumbe reciente del grupo I de las cuevas que ha destruido los cortijos y elementos de estos como el lavadero


cierre tabicado de habitaculos en el grupo I de las casas-cueva




lavaderos hoy destruidos por el derrumbe


Grupo II: Continuando el camino de acceso hacia la derecha, pasamos una cadena y las ruinas de un cortijo y vemos en la pared del farallón cuatro huecos, más a la derecha hay otro semejante.


entrada a las cuevas de la mujer, grupo II


Se corresponden con las llamadas cuevas de la mujer por el bajo relieve existente en el interior.








Se trata de cuatro naves simétricas unidas transversalmente por dos corredores transversales. Aparentemente falta una puerta entre las naves 3 y 5 que se quedaría en proyecto.


esquema de las dependencias del grupo II. Tomado de Gutierrez Soler


Según parece se correspondía con un lugar de culto (¿Iglesia?). En relación a esto existe una cruz grabada en la piedra con una simbología precisa que evoca a los primeros años del cristianismo, cruz sobre un montículo (calvario). Además se aprecian unos vanos en la piedra que podrían haber servido como encaje para algún elemento mueble (¿altar?)


cruz grabada en la pared (¿posible altar?)

La última vez que las visité se encontraban en aceptable estado, es recomendable una luz auxiliar para recorrer el corredor trasero.




Su interior se encuentra salpicado de alhacenas, ornacinas, rebajes del terreno e incluso algún elemento reciente incorporado por los últimos moradores










Cuando salimos al exterior además de reconfortarnos el paisaje, podemos ver una pileta junto a una de las puertas








A continuación de la puerta que nos queda más a la derecha se encuentra una escalera tallada en la piedra que nos ascenderá a la meseta. Requiere cierta habilidad pues en algún punto del ultimo tramo hay que hacer una ligera trepadilla.






Grupo III: Se encuentran más arriba, continuando el carril y pasando el cortijo de las casas altas. Se trata de un habitat que parece se desprendió hace muchos años.




Grupo IV: Piedras horadadas o huecas. Se encuentra fuera de ruta, al otro lado de la meseta. Su visita se plantea como opcional pero se encuadra en este conjunto al tener unas características compartidas, grabados en sus paredes y haber servido de habitat.
Hay otras oquedades y covachas en el farallón que rodea a la meseta pero esta se encuentra cercada en su perímetro al ser coto de caza.








B. CONJUNTO DEL OPPIDUM






Tras ascender por la escalera tallada en la piedra nos encontraremos con la muralla que contiene cinco engrosamientos correspondientes a los bastiones de la misma.




en la zona central entre dos de estos bastiones se aprecia la puerta de acceso Sur


puerta sur de la muralla

Al otro lado se encuentra el oppidum propiamente dicho que lo podemos dividir artificialmente en dos plataformas, la Norte en la que se asienta la fortaleza y la principal donde se encuentran las catas del poblado ibero, las plataformas se conectan mediante una estrechez o cuello del terreno por donde llegaban sendos caminos, por la derecha si miramos hacia el castillo el que sube desde las cuevas y que dejamos para acceder por la escalera tallada; por la izquierda el que asciende desde el W a través de la plataforma inferior donde se encuentran restos de una necrópolis.
Tras recorrer la cara exterior de la muralla y apreciar aún los sillares que la sustentaban por la derecha




y el cerro de la cruz en la lejanía por la izquierda




llegamos al VG desde donde se aprecia una panorámica excepcional




Desde allí podemos partir para visitar opcionalmente las piedras horadadas, para ello debemos sobrepasar la valla existente y llegar a la gran balsa de regadío de donde parte un carril que desciende hacia el olivar, en la primera curva a la izquierda del mismo lo abandonaremos introduciéndonos en el bosquete mediterráneo, a unos escasos doscientos metros encontraremos las formaciones pétreas.




Volviendo al VG, nos introducirá en el poblado intramuros que recorreremos a conveniencia topándonos con las catas realizadas por Servajean y el grupo arqueológico Carolinense a finales de los años sesenta y que se interrumpió súbitamente al parecer por carecer de los permisos necesarios. Afortunadamente parece que los trabajos se van a retomar, seguro que algo tendrá que ver los últimos hallazgos de Castulo.



C. CASTILLO FORTALEZA MEDIEVAL

Localizado en el espigón norte de este "portaviones" geológico, destacan los restos de dos torreones y un paño de muro aunque con cuidado pueden apreciarse el resto de atalayas que pudo tener, hasta siete.








En el interior, existe un aljibe bien conservado y los cimientos de un par de casas.


interior del aljibe

El control visual desde este punto es excepcional y justifica la razón de su emplazamiento, un buen lugar para sentarnos y disfrutar con el horizonte.


Embalse de Giribaile. Al fondo Villacarrillo y la sierra de las Villas


Vilches y los cerros de la serrana (antenas) y mortero



LA RUTA


En la A-312 que conecta Linares con Arquillos a la altura aproximada del kilómetro 21, se encuentra un hito alegórico a la ruta de los castillos, en ese lugar se desprende a la derecha en el sentido de la marcha un carril que es que que tomaremos. Podemos elegir entre dejar el vehículo en ese lugar o introducirnos un kilómetro hasta una explanada existente a pies del castillo y evitarnos un ligero "alpargatazo", incluso con un vehículo adecuado podemos llegar hasta las casas - cueva. Si elegimos hacer la ruta completa, tomaremos el camino y tras una recta alambrada a uno y otro lados, un leve repecho nos lleva a la zona inundable del embalse de Giribaile donde nos toparemos con otra baliza indicadora; a su altura giramos a la derecha y ya continuamos el carril sin perderlo hasta introducirnos en el olivar desde donde iremos viendo lo que nos interesa, las ruinas de la fortaleza primero 




y el farallón de las casas cueva después




más adelante veremos un cruce señalizado y giraremos hacia la derecha con vistas a la meseta y las cuevas






Iniciaremos la visita del poblado eremita con mucha precaución debido a los derrumbes, podemos visitar las casas cueva llamadas de la mujer






ascenderemos a la meseta por unas escaleras cinceladas en la piedra




recorreremos la muralla por el exterior hasta el extremo N donde se sitúa el vértice geodésico




visitaremos opcionalmente las piedras horadadas




y volveremos al VG para libremente recorrer el oppidum o ciudad ibera fortificada donde existen numerosas catas de anteriores excavaciones




dirigiéndonos progresivamente al extremo NE de la meseta donde se encuentra lo que queda de la fortaleza medieval, en este paseo ganaremos amplias panorámicas hacia el valle del Guadalén dominado por Vilches




muro del embalse de Guadalen


progresivamente pasamos de la plataforma principal a la norte donde nos aparecen los torreones sobrevivientes de la fortaleza medieval








finca la española, actualmente ganadera, hace años fue una mina de galena


El regreso lo haremos por la puerta SE que conecta con los cortijos y cuevas donde comenzamos.








desprendimiento en las cuevas de las casas altas, grupo III


Opcionalmente, para los más atrevidos, es posible descender desde el extremo N de la meseta, donde se encuentra el castillo a la meseta inmediatamente inferior donde se encuentran restos de una necrópolis y un gran muro y, desde allí bajar por la ladera hasta encontrar el camino que circunvala el embalse a la altura de la explanada donde comentaba que podíamos dejar el vehículo, es posible que en el trayecto haya que salvar alguna valla.






EL VIDEO





Explicación del profesor Juan Peña de los elementos que configuran Giribaile (Tomado de La Bitacora de Jenri)



DATOS TÉCNICOS



DenominaciónOPPIDUM DE GIRIBAILE, CUEVAS DE ESPELUCA y CASTILLO MEDIEVAL
Fecha04 y 18/10/09 ;  26/06/10 ;  23/10 /12; 17 y 18/11/12; 01/12/12; 21/04/13
ItinerarioPantano de Giribaile - Cuevas de Espeluca - Oppidum de Giribaile - Piedra horadada (opcional) - castillo medieval
- Pantano de Giribaile.

AccesoTenemos que buscar la A-312 (Linares - Arquillos, en la provincia de Jaen). Cerca de la población de Guadalén
desde la que se divisa el Castillo, parte una pista a la altura del PK 21'700 en buen estado con un monolito
que alude a las Rutas de Los Castillos. Ese es nuestro punto de partida (aunque si queremos acortar la ruta,
podemos ir en vehículo hasta un kilometro más adelante e incluso hasta las mismas cuevas).
InicioExplanada bajo el Castillo, junto al pantano antes de que comienza el olivar.
FinExplanada bajo el Castillo, junto al pantano antes de que comienza el olivar.
Tipo de trayectoCircular
Tipo de firmeCarril/Sendero marcado y sin marcar
EstaciónPrimavera/Otoño/Invierno
Distancia12'86 kilómetros (ida y vuelta)
DificultadFácil
Tiempo estimado3 horas 30 minutos
Cota mínima349
Cota máxima522
Desnivel
 Subiendo: 282 msnm                Bajando: 285 msnm
SugerenciasEvitar los días calurosos del verano. Aunque en las cuevas hay una fuente, puede que en épocas de sequía se seque,
por lo que es recomendable llevar agua. Precaución en los cortados que hay arriba. En las cuevas mucha precaución
por la posibilidad de derrumbes.

TracksWIKILOC (II)   WIKILOC (I) 
MóvilCobertura Movistar en todo el recorrido.
Mapa
Referencias
- Guía arqueológica de Giribaile. Luis María Gutiérrez Soler, Juan Carlos Castillo Armenteros Ed. Asodeco. 2011
- Giribaile, la pequeña Pompeya Ibera. Viajes al pasado (web). Ricardo Coarasa

1 comentario:

Cabañas dijo...

Muchas gracias FENÓMENO por compartir tu sabiduría. Un fuerte abrazo.